Reflexiones al borde de los cuarenta
Como el rumor del viento
callado, así te siento
esperando.
Como la brisa fresca
sonriente, así te quiero
alegre.
Como el mar bravo
rompiente, así te anhelo
sobre mi cuerpo.
Como la lluvia fina
que empapa, así me dejas
mojada.
El viento, la brisa,
el mar, la lluvia
naturaleza,
somos los dos
lo más salvaje
como la tierra.