El magoescribe algo en un papel. Lodoblaen tres o cuatropartes, y se lo entrega.Dimeel primer nombre que se tepasepor la cabeza. Ellase queda calladaunos segundos. Dice Bruna. Él ladea la cabeza. Dice que es un nombre poco común. Elladice que sí, que es poco común. Es uno de los primeros nombres que recuerda, el reflejo de un vínculo roto demasiado pronto.Él hace ese gesto que la autoriza a leer el papel.Ella obedece. Repite no me lopuedo creer y enseña la palabra Bruna escrita en tinta azul. El magose lleva un dedo a la sien, mira a la cámara: «Recuerden: todo lo que han visto es producto de su imaginación».
Aún no habíamos sentido el vértigo del cambio de milenio, no nos habíamos enamorado. Todavía buscábamos futuros en los horóscopos y creíamos que lacasualidadsiempre tenía un porqué. Teníamos edad para tener los mismos amigos de siempre, ni uno más…
Ver la entrada original 350 palabras más